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 Copa menstrual y su impacto ambiental

Copa menstrual y su impacto ambiental

Muchas de nosotras empezamos a menstruar desde muy pequeñas y, desde esa primera vez, nos han acostumbrado a utilizar toallas sanitarias y/o tampones como la forma habitual para vivir nuestra menstruación. De esta manera se convirtieron en la opción más utilizada, sin embargo, la mayoría de estos productos han demostrado no ser los mejores aliados para el medio ambiente, ya que muchos contienen componentes tóxicos y poco ecofriendly, como plástico, algodón y pegamentos, sin mencionar que son desechables y acumulan basura.

Por esto, sabemos que estos productos tienen un gran impacto en el ecosistema. Su producción material es realizada de manera para desecharse y no reciclarse. A diferencia de las toallas y tampones que son de un solo uso, las copas menstruales tienen la capacidad de ser re-utilizables por varios años si se tiene un buen cuidado de las mismas.

También estamos conscientes de que los productos de higiene menstrual son de gran importancia, de hecho, en promedio, las mujeres tenemos el periodo durante 40 años de nuestras vidas. Esto quiere decir que durante todo ese tiempo consumimos productos de gestión menstrual como tampones, toallas femeninas o copas menstruales de manera regular. Pero durante este período te has detenido un segundo a preguntarte:

¿Cuál es el impacto ambiental que generan estos productos y cuál sería la mejor opción para planeta?

Tengamos en cuenta que para que cada uno de estos productos llegue a nuestras manos, deben pasar por diversos procesos de producción que abarcan la extracción de materia prima como: celulosa, algodón, principios activos de polímeros, entre otros; hasta disposición final y entrega en sus diferentes destinos. Ha todo este conjunto de procesos productivos, se le denomina ciclo de vida del producto.

Cada producto de higiene íntima pasa por este ciclo de vida, es decir, que entre las toallas sanitarias, tampones y copas existen diversas etapas para que puedan llegar a tus manos. Hay que tener presente que este proceso de extracción de materia prima, manufacturación, packing, transporte o distribución, uso y finalmente disposición del mismo causa grande consumos de energía, generación de residuos y procesos de descomposición anaeróbica que emiten gases tóxicos los cuales perjudican de gran manera nuestro ambiente y vida diaria.

Otro de los factores más relevantes es la huella de carbono, el cual es un indicador que nos permite cuantificar las emisiones de CO2 equivalentes que se emiten al medio ambiente lo largo de todo este ciclo de vida de un determinado producto. Esta, engloba todas las emisiones que genera un producto, desde su creación hasta su descomposición, y cómo cada producto tiene un ciclo de vida diferente, la huella de carbono asociada al mismo también lo es.

Para demostrar cómo cambian las emisiones que genera una toalla sanitaria, un tampón y una copa menstrual, un estudio analizó el impacto de vida útil de estos productos llegando a demostrar que la huella de carbono emitida por los tampones es de 73,6 kg de CO2eq y las toallas sanitarias 397,8 kg de CO2eq, mientras que la copa menstrual solo emite 0,16 kg de CO2eq (medida en kg de CO2eq por producto).

“La producción del tampón o toalla sanitaria a partir de materias primas materiales, el uso de energía y agua para esta producción, el transporte entre todos los lugares, la venta de los productos, y el uso y eliminación de estos por parte de los consumidores, todos juntos causan una carga para el medio ambiente.”

Sin duda, la producción de dichos productos afecta sobremanera el medio ambiente y en los datos obtenidos nos podemos dar cuenta de ello. Ahora, al tener en cuenta cómo cada producto afecta el planeta podemos generar una diferencia al hacer cambios en nuestro consumo; como muy bien lo expresa el estudio, de estos tres famosos productos hay uno que se destaca por mucho, las copas menstruales no solo tienen una vida útil de varios años, haciéndolas reciclables, sino que también su huella de carbono esta por debajo de la media.

Es por ello que las copas menstruales son unas grandes aliadas, y no solo con fuertes beneficios ambientales, también representan beneficio económico ya que tiene una gran durabilidad (dependiendo de los cuidados que se le de) por lo que el ahorro monetario es significativo, tomando en cuenta el gasto mensual en productos como tampones y toallas femeninas. Es decir que la inversión realizada en una copa menstrual se llega a recuperar en los primeros meses de uso. Por ejemplo, en Profemme puedes adquirir tu copa menstrual por 445 pesos (con envío gratis y sin pagar IVA), una inversión que puedes recuperar en menos de un año, meses incluso y será una excelente opción por muchos años.

En comparación con las toallas y tampones, las copas menstruales en general son ecológicas y de por si tienen un impacto ambiental positivo; no sólo por el material del que están hechas, sino también porque no generan desechos, son reutilizables durante su periodo de vida, y reciclables en el caso de ser de materiales como el TPE.

Como dato, nuestras copas ProFemme están hechas con TPE y es la primera hecha en México con registro COFEPRIS, así que si deseas formar parte del cambio te invitamos a usar una buena copa menstrual, y si aún tienes dudas puedes conocer más sobre nuestro producto en https://profemmecup.com/ .